A continuación mi vivencia, que no tiene la autoridad de las figuras publicas, políticas y sindicales, pero tiene la autoridad de quien lo vive y los sufre en carne propia. Este sitio no podría estar completo sin una experiencia personal. RCRC.
Reflexiones de un trabajador electricista
No permitir la injusticia, fue la razón más importante para mí, para seguir en la lucha
Bien, después de 7 meses las cosas se ven diferentes, pero regresaré al 10 de octubre y días subsiguientes, para tener un punto de partida de mis reflexiones.
El golpe emocional
Al enterarme de que la PFP había tomado todas las instalaciones de LyFC, llegue de inmediato al SME, éramos unos cuantos, pero en pocos minutos éramos una multitud amorfa, llena de emociones encontradas, las caras eran largas, algunas de coraje, otras con lágrimas, me dio la sensación de un funeral, pues parecía que estábamos asistiendo a la muerte de la empresa. En esos momentos nadie sabia nada en realidad, poco después Calderon dio el mensaje en los medios donde hablo del decreto de extinción, aunque no decía nada en como quedaba la empresa y los trabajadores, pero la sensación era de impotencia ante una terrible perdida y despojo.
Recuerdo que compañeros que nunca vi en las marchas o en las asambleas, ese día estaban presentes, gritando enardecidos culpando a todos, exigiendo la presencia de los miembros del Comité Central, me pareció absurdo e irreal las reacciones de muchos, pero entendibles ante el golpe emocional tan fuerte que recibimos, no cabe duda el gobierno sabia lo que hacia, quería desmoralizarnos y muchos a la primera cayeron con la moral por los suelos.
Al día siguiente platique con mi compañero Gil con quien laboraba diariamente -¿Cómo te sientes? Con la conciencia tranquila – a pesar de la campaña de difamación en los medios de comunicación contra los electricistas, después de años de trabajo, teníamos la seguridad de haber cumplido en nuestras labores, esto fue la fuerza que me permitió seguir adelante y con la frente en alto, el saberme inmerecedor del trato que el gobierno nos dispensaba, como privilegiados, holgazanes, ineficientes, vividores, prácticamente ladrones! Incluso de saqueadores de los bienes del país! Es inverosímil como los medios llegan al linchamiento de quienes estorban al gobierno, sin embargo, como trabajador conociendo la empresa un poco, sabia que muchas cosas no encajaban, otras de plano eran burdas mentiras repetidas miles de veces por los medios hasta que las hicieron verdades, empecé a desconfiar, sabia que el gobierno generalmente no dice la verdad y que atrás de una acción existen motivaciones ocultas.
Una línea de defensa
Al paso de los días el sindicato trato de reorganizarse, considere esperar para tener más información, para decidir que hacer, pues el gobierno nos ofrecía una liquidación y un bono, incluso oportunidades de trabajo con CFE, pero a condición de acudir en el plazo de un mes de lo contrario la oferta se reduciría, esto no me pareció adecuado, porque si ya esta liquidada una empresa, te pagan tu indemnización y ya! ¿Cuando el gobierno ha ofrecido bonos o regalos?, además ¿si nos iban a recontratar en CFE para que liquidar LyFC? La desconfianza en el gobierno era persistente, pero decidí esperar.
El sindicato empezó a realizar acciones legales, principalmente cuestionando la constitucionalidad del decreto, asesorados por los mejores abogados del país, una línea de defensa se estaba formando; mientras que el panorama se aclaraba, los argumentos del gobierno eran desmentidos en los medios poco a poco, el servicio eléctrico era deficiente y afectaba continuamente a la población.
Mi decisión y mis razones
Fue cuando decidí integrarme en las acciones legales promovidas por el SME y no acudir por la liquidación ofrecida por el gobierno, esto implicaba una decisión de forma y de fondo, motivándome a integrarme al movimiento de resistencia, mi convicción es permanecer en la lucha de manera decidida y hasta las últimas consecuencias, no fue fácil pero existieron fuertes razones que considere, para tomar mi decisión:
1. La liquidación que nos ofreció el gobierno, en realidad se trataba de una “renuncia voluntaria”, según documentos que hicieron firmar a los que acudieron por este ofrecimiento, además renunciaban a cualquier recurso legal derivado de inconformidad ante esta liquidación. Reflexione sobre este punto, ¿Por qué renuncia voluntaria? ¿y sí no quiero renunciar? No pueden obligarme, entonces no es como lo maneja el gobierno, pues sí fuera así simplemente te liquidan y no te dan opción. En nuestro caso, tengo el derecho de elegir entre una renuncia voluntaria o defenderme legalmente, pero aun así pensaba que el gobierno no te resolvía y quedaba en el olvido. Esta duda quedo resuelta al conocer el razonamiento del patrón sustituto.
2. La figura de patrón sustituto nos protege como trabajadores, pues diversos abogados y organizaciones nos presentaron sus argumentos, que parecían muy claros y a favor nuestro. La figura de patrón esta establecida en la Ley Federal de Trabajo y el Contrato Colectivo de Trabajo vigente, que en otras palabras dice que cuando permanece la materia de trabajo, el nuevo patrón adquiere obligaciones con los trabajadores, lo cual debía de ser aplicable a nuestro caso, pues CFE al hacerse cargo del suministro eléctrico en la zona central del país, funge como nuevo patrón. Reflexione sobre este punto, si esta establecido tan claramente, debimos ser reinstalados en nuestros puestos de trabajo, respetando nuestros derechos laborales, incluso desde el 11 de octubre, ¿Por qué el gobierno hace una gran campaña de publicidad en otro sentido? ¿Por qué dirige a los trabajadores a una renuncia voluntaria y a la perdida de sus derechos? Entiendo que el gobierno no quería a los 44,600 trabajadores, pero ¿porque deshacerse de todos?, existiendo personas muy valiosas en sus labores. A pesar de la insistente campaña en los medios, existían otras opciones, legalmente establecidas a favor nuestro, era la meta que debíamos buscar para restablecernos en nuestro trabajo.
3. La capacidad negociadora del SME, esta muy comprobada a través de sus 95 años de historia, pues todas las prestaciones laborales de nuestro Contrato Colectivo de Trabajo se lograron a través del acuerdo entre las partes. Reflexione sobre este punto, el SME siempre presentó argumentos técnicos, financieros y administrativos para conseguir estas prestaciones, demostrando la viabilidad y factibilidad de las propuestas de manera que fueran aceptadas, superando en la negociación a los administradores de la empresa (entiéndase gobierno), quienes ante la incapacidad por rebatir las argumentaciones, recurrían a la cerrazón aunque finalmente aceptaran. La vocación de negociación del sindicato se demuestra en el hecho de haber recurrido solo en dos ocasiones a la huelga, en su historia. Cuando sabes que los argumentos son validos, la actitud de seguridad se convierte en combatividad, características del SME. A pesar de la campaña negativa contra el sindicato, la fuerza del SME es un hecho incuestionable, insisto en mi desconfianza del gobierno y los medios, pienso que solo puedo creerle el 10%, mientras tanto, reafirmo mi confianza en el SME como organización de lucha y defensa de los trabajadores.
4. No permitir la injusticia, fue la razón más importante para mí, para seguir en la lucha. Reflexione sobre este punto, ante las razones anteriores y la forma en que sucedió el conflicto, pude entender la acción concertada de parte de las distintas secretarias del gobierno, para debilitar al sindicato, obligando a los trabajadores a perder sus derechos, con el fin de tomar el mercado de la fibra óptica y de paso controlar el mercado eléctrico. Fui entendiendo la guerra sicológica a la que fuimos sometidos los electricistas, desde antes del decreto hasta hoy en día, la manipulación de la mente de los compañeros que fueron obligados a renunciar a su trabajo pensando que todo estaba perdido. Ante estos hechos, no permitir la injusticia es una fuerte guía para mí, basada en mis concepciones morales y espirituales, “No resistáis al mal con la violencia”, es la máxima que me dirige, que puedo interpretar como: no resistir la injusticia, con la injusticia misma ni haciendo uso de la violencia. Por lo tanto, es válido dar la lucha contra la injusticia, por medios o métodos morales.
Los días actuales
Pues aquí es donde regreso a los 7 meses de resistencia, después de marchas, mítines, plantones, de una huelga política, de la represión del gobierno; hoy en día estamos inmersos ante las infundadas acusaciones de sabotaje de las instalaciones eléctricas, acusados sin pruebas por las principales figuras políticas, declarados culpables en los juzgados de los medios de comunicación, defendiéndonos ante la impaciencia de los medios y la pasividad de la sociedad. A su vez estamos en medio de una huelga de hambre masiva, más de 24 días llevan los 93 huelguistas, poniendo cada día en riesgo su integridad, haciendo evidente la cerrazón del gobierno y el cerco informativo de los medios; algunos compañeros huelguistas ya se han retirado porque su estado de salud era delicado, mientras tanto fuera del país el interés crece día a día, la solidaridad ha ido aumentando lo cual se vuelve un respiro en esta loca carrera.
Sin embargo, siento que el debate mediático esta lejos de la realidad, pues atienden lo anecdótico y sensacional, pero casi no atienden el conflicto de fondo, desde mi humilde punto de vista, un hecho fundamental es que como trabajadores tenemos derechos, pero ante todo como seres humanos tenemos derechos mínimos, al negarnos el trabajo de una forma absurda, principalmente nos negaron el derecho a la dignidad humana y a una existencia decorosa.
Nuestros derechos laborales fueron negados desde el principio del conflicto, incluso la liquidación del gobierno era una trampa para obligarte a renunciar, las supuestas opciones de trabajo eran bajo el chantaje de primero liquídate (renuncia), aunque en realidad CFE no ha contratado a ningún trabajador de LyFC, pero no nos ofrecieron la opción del patrón sustituto, a pesar de estar establecida legalmente, ¿porqué nos negaron este derecho? Este debería ser el verdadero debate en los medios.
Mi victoria
Bien, pues les hablare sobre mí: soy un trabajador de LyFC, en enero de 2010 cumplí 20 años de antigüedad, tengo 39 años, mi nombre es Roberto C. Rojas C., practico el naturismo y el vegetarianismo, soy afín al humanismo y el pacifismo, soy un lector aficionado e internauta asiduo, estoy lleno de felicidad por la vida, cuento como única riqueza con una familia que sacar adelante, tengo muchas preocupaciones y problemas, pero con la convicción de seguir en la lucha por nuestros derechos laborales, pues nos fueron negados injustamente. Mi aportación en la lucha tal vez es modesta, pero es una contribución a la victoria que estamos construyendo diariamente. Al principio no encontraba mi lugar en este movimiento de resistencia, pues el ambiente de coraje y odio no me iba muy bien; actualmente el ambiente es distinto, pues junto con otros compañeros de ideas afines, estamos impulsando ideas en relación a : formación política, organización y logística, valores morales, no cooperación, de noviolencia, desobediencia civil, altermundismo, entre otras más.
Este conflicto lo veo como una crisis en la vida, de la cual es necesario aprender y salir adelante, tal vez por medio de una fuerte lucha, pero siento que aunque el desenlace esta lejano, ya tengo una gran victoria, consiste en no permitir que el daño que pretendían hacerme, causara daño en mi persona. Tal vez me quitaron la comida, pero esto no ha dañado mi moral, soy un sobreviviente a la guerra del gobierno contra los trabajadores; mi victoria es no permitir que la semilla del odio, naciera en mi corazón.
18 de mayo de 2010.
RCRC.
Mi convicción es permanecer en la lucha de manera decidida